Existen relojes preciosos para visitar cuando vemos una ciudad. Os descubrimos unos cuantos
Praga: replica el movimiento del sistema solar y sus constelaciones. Al dar las horas se mueven las figuras de los apóstoles, la vanidad, la avaricia, la muerte y la lujuria en una danza que termina con el canto de un gallo y el sonido de las campanas. Cuenta la leyenda, que los habitantes al ver tal preciosa obra, temerosos de que su creador lo pudiera recrear en otra villa, le cegaron con un hierro candente.
Madrid: el reloj de la puerta del sol, símbolo de la ciudad y con un valor añadido para todos ya que es el que nos da las campanadas de Fin de Año.
Londres: El Big Ben. Sólo los residentes pueden entrar en la torre, aunque ahora con las obras de restauración tampoco ellos pueden. Es una estampa emblemática de la ciudad
Múnich: el carrillón del ayuntamiento. A determinadas horas, 43 campanas y 32 figuras mecánicas representan el baile de ocho toneleros que celebran el fin de una epidemia de peste y la boda del duque Guillermo V y Renata de Lorena, un gallo con su canto y batiendo las alas pone fin a este bonito espectáculo.
Vaticano: en la plaza de San Pedro el obelisco egipcio, funciona como un meridiano solar. El Papa Sixto V ordenó colocarlo allí y en el S.XIX se puso a su alrededor la linea de granito y las losas circulares, que al recibir la sombra del monolito, indican las 12 del mediodía y otros datos astronómicos.
Deja una respuesta