El origen del famoso gallo Portugués

Este símbolo tiene su origen en el pequeño pueblo de Barcelos  la leyenda se encuentra en una cruz de piedra en el museo Arqueológico de la ciudad, escrita en 1877 por Domingos J. Pereira, cuenta lo siguiente:

«Había en Barcelos una horca y cerca de ella en el borde de la carretera vieja, una posada muy concurrida, famosa por la belleza de su propietaria.

Un día, un peregrino que cumplía una promesa a Santiago de Compostela pasó la noche en la posada. La posadera se enamoró al instante del peregrino, pero éste no se sintió de la misma manera por estar en un viaje piadoso.

La mujer, despechada por la indiferencia del hombre, urdió su venganza escondiendo en su equipaje unos valiosos cubiertos de plata. A la mañana siguiente, el peregrino fue detenido por ladrón cuando le encuentran las piezas de plata en su equipaje.

Cuando se le lleva en presencia del juez que se preparaba para almorzar un gallo asado en ese momento, el hombre juró su inocencia, pero conforme a las pruebas y según las costumbres el hombre fue condenado a la horca.

El peregrino súbitamente inspirado por la intervención divina le dijo entonces al juez:

-soy inocente y este gallo asado cantará para probar mi inocencia.

En el preciso momento en el que colgaban al hombre del cuello en la horca, el gallo se levantó y cantó.

A la vista del milagro, el juez corrió a la horca y encontró al peregrino colgando del cuello, pero la soga estaba floja, porque Santiago sujetaba al peregrino por los pies»

El peregrino, en vista del milagro juró volver una vez cumplido el objetivo de su peregrinaje. Y así fue, el peregrino retornó y grabó en una cruz de piedra su historia para que fuera recordada.

 


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